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La Historia Entera.

Jorge Mora

ESCENA 23: Jimmy Telendro ha muerto

ESCENA 23: Jimmy Telendro ha muerto EXT. DÍA - CAMPAMENTO SALVAJE

Sobre una explanada de hierba húmeda y nieve derretida, ANDRÉS se retuerce tirado en el suelo, todavía no está consciente pero su cuerpo se queja de un agudo dolor. A su alrededor hay construcciones de madera que se confunden con el bosque, en lo alto de unos pasillos colgantes figuras humanas cubiertas con pieles observan al prisionero. Sobre todas ellas destaca una de quién parece es el jefe del lugar. Vestido con pieles de oso, el pelo muy largo y revuelto y la cara pintada de negro a la altura de los ojos, es dificil determinar su edad.


JEFE
¡Despierta viejo!

El silencio es sepulcral, solo roto por pequeños murmullos de curiosidad. ANDRÉS permanece quieto en el suelo. El JEFE hace un gesto a un grupo de hombres armados con largas lanzas de madera y hierro. Los GUARDIAS se aproximan al viejo y le intentan reanimar con las lanzas.

Con un rápido gesto ANDRÉS se levanta del suelo arrebatandole la lanza a uno de los guardias y arrojandolo al suelo. Las ansias de libertad de ANDRÉS se ven rapidamente apagadas, cuando los demás guardias le plantan sus lanzas en el cuello. La multitud se ha exaltado un poco con la habilidad del viejo. A un gesto del JEFE todos callan.

JEFE
Es inutil que te resistas ANDRÉS.

ANDRÉS
¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres?

JEFE
¿No me reconoces viejo? ¿Ya no recuerdas cómo suena la voz de tu hijo?

ANDRÉS
(rugiendo)
¡Yo no tengo ningún hijo!

JEFE
¿En serio?

ANDRÉS
Jimmy murió. Murió en la guerra.

JIMMY
Eso es lo que tu quisiste creer. Pero paradógicamente en el fondo no estabas tan equivocado, Jimmy Telendro murió en aquella guerra. Pero alguien mucho mejor nació. Mira padre, ahora todo lo que ves a tu alrededor es mio. Y dentro de poco la verdad se sabrá.

ANDRÉS
(devaneciendose)
De que coño estás hablando. No entiendo...

ANDRÉS se derrumba inconsciente.

JIMMY
Descansa padre, descansa. Pronto lo entenderás todo. Tú y todos los demás. Empieza una nueva era.

ESCENA 16: Informando

ESCENA 16: Informando EXT. DÍA – CALLEJON TRASERO DE LA ESCENA DEL CRIMEN

ISAAC SAIDER sale de la casa con mal aspecto parece que la nausea le hace presa de nuevo. Vuelve a vomitar. De pronto oye el ruido de un motor al fondo del callejón. Levanta la mirada enrojecida por el esfuerzo y ve una limusina negra. Sin dilación (como si supiera perfectamente lo que aquello significa) se dirige al automóvil y se introduce en la parte trasera.

INT. DÍA – LIMUSINA PROPIEDAD DE SIR ARTHUR MANN

SAIDER está sentado en la parte trasera. Solo. El cristal que comunica con la cabina del conductor está tintado y no vemos quién conduce. Pero pronto nos damos cuenta de que ISAAC no está completamente solo. Frente a él hay una pantalla de plasma con una figura carcomida por los años.

MISTER
Señor Saider…

ISAAC
Mister…

MISTER
Queda muy poca gente que todavía me llame así, y menos aún que yo se lo permita.

ISAAC
Pequeños privilegios.

MISTER
Bueno, ¿cómo van sus investigaciones?

ISAAC
Bueno, yo todavía no las llamaría así. Quizá pesquisas sería….

MISTER
Deje la lingüística Saider. Ha averiguado algo.

ISAAC
Parece que ha sido obra de los Salvajes.

MISTER
¿Salvajes? ¿Qué le hace eso?

ISAAC
Huellas de pies desnudos en el suelo, sangre por todas partes, yo vomitando en un cubo… ¡Ah! Y un símbolo salvaje escrito con sangre en la pared.

MISTER
El informe policial no dice nada de un símbolo.

ISAAC
De lo primero de lo que deberían haberle informado esos maderos, que tiene en nomina, es de su coeficiente de menos uno. El símbolo estaba a la vista, solo había que fijarse.

MISTER
Pero sigue siendo absurdo que hayan sido ellos. Los salvajes emigraron hace muchos años al Satélite.

ISAAC
Pues deben de quedar unos cuantos aquí abajo, ya sabe como se esconden esos cabrones.

MISTER
No sé, siga investigando. Y si encuentra salvajes en Mamillas comuníquemelo inmediatamente.

ISAAC
Hecho.

MISTER
Por cierto, tenga cuidado con lo que escribe en su artículo. No conviene que cunda el pánico en la ciudad.

ISAAC
Nadie me dice qué es lo que tengo que escribir o lo qué no. Pero tranquilo, siempre he sido prudente.

MISTER
Está bien. Manténgame informado.

El monitor de plasma se apagó. Un altavoz junto a ella emitió un leve zumbido antes de hablar.

CONDUCTOR
¿Quiere que le deje en algún sitio en especial?

ISAAC
Me muero de hambre ¿Conoces algún sitio donde se coma bien?

ESCENA 15: Y Dante se quedó corto...

ESCENA 15: Y Dante se quedó corto... INT. DÍA – ESCENA DEL CRIMEN
Vemos un cubo vacio. La camara se aleja y vemos la figura de ISAAC SAIDER sobre el cubo. Comienza a vomitar. El plano se abre más y vemos paredes recubiertas de sangre y huellas de pies desnudos del mismo rojo de las paredes sobre el suelo. Aunque la silueta en tiza no se estila en las labores policiales del nuevo milenio, podemos deducir claramente donde se hallaban los cadaveres porque en esos puntos es donde más se concentra la sangre.
En una de las paredes un extraño símbolo dibujado con sangre ocupa mas de doce metros de pared. Es dificil verlo en un primer vistazo por que es demasiado grande y parece fruto de la casualidad de la carnicería que allí se ha llevado a cabo.
ISAAC SAIDER a dejado de deglutir y ahora se limpia la boca con el dorso de la mano mientras observa la pared con cara de asco.

ISAAC
¡Malditos salvajes!

ESCENA 11: ¿PALCO O GALLINERO?

ESCENA 11: ¿PALCO O GALLINERO? EXT. ESCENA DE LA MASACRE DE MAMILLAS D.F. - DÍA,
Unos minutos para el medio día. ISAAC traspasa un cordón policial y se dirige directamente hacía un guardia de uniforme que se encuentra de guardia frente a la casa. Es el AGENTE RAMIREZ un chicano gordinflón de ojos muy pequeños.





RAMIREZ
Hombre pero si es su excelencia el de “Los 105”

ISAAC
Siempre tuviste la gracia en el culo Ramírez: grande y fea

RAMIREZ
(entre risas)
No te lo tomes a mal, sabes que los que aún patrullamos sabemos que te robaron el mérito, pero entiende que las formas fueron sospechosas

ISAAC
Déjate de chorradas ¿A cuanto está la localidad?

RAMIREZ
Tengo palco por 100

ISAAC
Me quedo con el gallinero

ISAAC introduce un billete de cincuenta en el bolsillo de RAMIREZ y lo rodea hasta alcanzar la puerta. Al abrirla algo le hecha para atrás. Se lleva las manos a la nariz con un gesto de repugnancia.


RAMIREZ
(extendiéndole un pañuelo)
Se olvidaba usted la entrada


ISAAC se coloca el pañuelo cubriéndole la cara justo por debajo de los ojos y penetra en el edificio.

"Los 105" e Isaac Saider

ESCENA 12: LA PRESA

ESCENA 12: LA PRESA EXT. BOSQUES LUNARES DE LA CONCORDIA - DÍA.
En la inmensidad de un bosque nevado es difícil distinguir cualquier cosa que no sean los inmensos troncos de las diferentes especies de árboles. El silencio es sepulcral. La nieve cae lentamente.

Junto a un roble de gran altura un bulto blanco apenas sobresale de la superficie blanca del bosque, en un extremo se asoma un cilindro negro y el bulto se mueve suavemente al son de la respiración de ANDRÉS.

Una figura negra atraviesa el horizonte como un destello frente a la mira telescópica del rifle del cazador.

De pronto un disparo rompe el silencio del invierno forestal. Con un leve movimiento ANDRÉS se dispone a cargar de nuevo su rifle, pero rápidamente una figura negra cae sobre él, le arrebata la manta de color blanco con la que estaba cubierto y atrapándole por el cuello lo inmoviliza.

ANDRÉS intenta zafarse de su agresor, suelta el rifle, lanza un cabezazo hacia atrás golpeando a su atacante y trata de alcanzar el cuchillo que lleva en el tobillo. ANDRÉS se detiene en seco. Su cuchillo está ahora sobre su garganta sujeto por un oscuro miembro que se asemeja más a una garra que a una mano.

ESCENA 9: UN AMISTOSO REENCUENTRO

ESCENA 9: UN AMISTOSO REENCUENTRO OFICINA DE BASILIO CÁLAJAN EN LA COMISARÍA CENTRAL DE MAMILLAS D.F.- INT. DÍA
CÁLAJAN dormita en equilibrio entre su silla y su escritorio. Este equilibrio parece imposible y en cualquier momento podría caer. Un cigarro en su boca se consume irremediablemente, la ceniza cae despreocupadamente sobre su uniforme de paisano: un viejo traje marron con camisa amarillenta por el uso y corbata a rombos rojos.
De pronto el interfono sobre su escritorio se activa.


VOZ FEMENINA
Basilio cariño, te llaman.


CÁLAJAN se sobresalta. Apunto de caer al suelo, el cigarro se le cae de la boca, lo que provoca que se levante repentinamente maldiciendo y se agite como un oso que acaba de salir del agua.


CÁLAJAN
Te he dicho mil veces que en el trabajo me llames Teniente Cálajan.

VOZ FEMENINA
Teniente Cálajan tienes una llamada.

CÁLAJAN
¿Quién es?.

VOZ FEMENINA
No sé. No ha dicho el nombre.

CÁLAJAN
(murmurando)
Es tan mala de secretaria como en la cama

CÁLAJAN
(alzando la voz)
Pásamelo.

VOZ FEMENINA
Vale cariño.


CÁLAJAN ruge. Un pequeño monitor de plasma se enciende y en él aparece ISAAC SAIDER.


CÁLAJAN
(con desprecio)
Saider...

ISAAC
(con sorna)
Cálajan...

CÁLAJAN
¿”Los salvajes” aún no han acabado con los de allí arriba?

ISAAC
Soy el único superviviente. Mi misión es raptar a la mejor hembra de vuestro viejo planeta y repoblar el mío.

CÁLAJAN
Que yo recuerde la luna sigue siendo solo un satélite.

ISAAC
(riendo)
Tocado pero no hundido. Por lo que veo ahí abajo aún seguís matados unos a otros.

CÁLAJAN
Te recuerdo que Mamillas D.F. es uno de los sitios más tranquilos de este viejo planeta. La media de los últimos cuatro años es de dos homicidios al año y todos perpetrados por gente de fuera.

ISAAC
Sí bueno, pues parece que alguien los ha matado a todos de vez”.

CÁLAJAN
¿Qué coño quieres? No tengo tiempo para que escuchar tu berborrea profesional.

ISAAC
Vamos Calajan en un tiempo fuimos amigos.

CÁLAJAN
Déjate de jilipolleces. Tu me ayudaste a mi y yo a ti, eso fue todo.

ISAAC
Eso no es justo, tú ahora eres teniente y en cambio yo sigo a las ordenes de ese estúpido de Jameson.

CÁLAJAN
(resignado)
¿Qué quieres?

ISAAC
Información. El jefe me ha mandado a vuestro pútrido planeta a cubrir ese asesinato y solo tengo un boletín de agencia que no cuenta prácticamente nada.

CÁLAJAN
El juez a decretado secreto de sumario.

ISAAC
Vaya parece que había peces gordos. Bueno, mira, llego en menos de una hora quedamos en la hora del almuerzo, te invito a un donnut y tú me cuentas lo que puedas.

CÁLAJAN
En Mamma´s a las seis treinta.


Por su rostro ISAAC parece a punto de protestar, pero CÁLAJAN cuelga antes de que pueda hacerlo, mientras se enciende un pitillo.


CÁLAJAN
(Murmurando hacia sus adentros)
Estupido, no le debes nada.

Escena 5: El Cazador

Escena 5: El Cazador INT. HABITACIÓN DE ANDRÉS - DÍA
Una pequeña choza de madera las paredes están desnudas y de la chimenea aún salen pequeños hilos de humo de las brasas a punto de extinguirse. Sobre el extinto fuego cuelga una oxidada cafetera. Andrés sobre la cama se despierta al apuntar los primeros rayos de sol entre las viejas persianas. Andrés tendrá unos cincuenta y muchos, tiene el pelo y la barba largas y de un blanco grisáceo. Lentamente se levanta y coloca un tronco para reavivar el fuego. Llena con agua la cafetera y la vuelve a colocar sobre el fuego.

Entre sorbo y sorbo del humeante café Andrés carga con cartuchos rojos su vieja escopeta. Se levanta y su mirada se dirige a la única foto enmarcada que hay sobre la pared. En la foto aparecen un hombre viejo y un niño con dos escopetas junto a un enorme oso pardo. El niño y el viejo sonríen, el oso está muerto.

ANDRÉS
(en off)
Llevo utilizando este arma desde los doce años. Cuando ellos aparecieron, hace ya más de veinte años, mi abuelo y yo fuimos de los pocos que fuimos a por ellos. Pero hay veces que el cazador es cazado por la presa.

Andrés aparta la mirada de la fotografía y se dirige a la puerta.

ANDRÉS
(en off)
Desde su muerte todas las mañanas salgo solo ahí fuera a por esos cabrones.

EXTERIOR AMANECIENDO. La cabaña de Andrés contrasta con un enorme muro de hormigón armado con un gigantesco portón flanqueado por torres de vigilancia. Al otro lado del muro se extiende la inmensidad de un oscuro bosque nevado. El portón se abre lentamente.

Vemos a Andrés adentrarse en el bosque con paso lento pero decidido.

En lo alto de una de las torres de vigía dos VIGÍAS fuman un cigarro a medias. Uno de ellos observa el bosque con unos prismáticos.

VIGÍA 1
Ese viejo tiene un par de huevos. Cada mañana, desde que fui destinado a esta torre, sale de su cabaña rumbo al bosque.

VIGÍA 2
¿Huevos? Lo que pasa es que ese viejo chochea. Nadie en sus cabales se metería ahí dentro. Lo que no sé es como aún no se lo han comido esos bastardos.


Vemos ahora como siguiendo la carretera que atraviesa el portón, a un par de kilómetros del muro y de la cabaña de Andrés, se erige una ciudad envuelta en una nube de humo oscuro.

Escena 6: El Periodista

Escena 6: El Periodista INT. REDACCIÓN DE THE SATELITE - DÍA
La redacción de un periódico en lo alto de una de las inmensas torres de Silver City . El ambiente es frenético las noticias llegan escalonadas y se acumulan en el cargado ambiente de las extensísimas oficinas. Nos centramos en JONÁS JAMESON jefe de redacción, un hombre de pelo blanco, bigote espeso y cara de pocos amigos.

JONAS
Embarcas hacia Mamillas D.F. en media hora.


El iracundo jefe de redacción se dirige con superioridad y desprecio a ISAAC SAIDER un joven reportero de 28 años de edad. Lleva el pelo largo y desordenado, gafas de fino metal negro y una perilla bastante cuidada. Sus ropas parecen las de un bazar de los años setenta pero con la fría sobriedad del color negro.

ISAAC
¿A la Tierra? Ya tengo trabajo aquí.

JONÁS
Isaac, vas a encargar del asesinato múltiple. Hemos recibido un chivatazo de uno de los chicos de Cálajan. Parece que ha sido una verdadera carnicería, y no una cualquiera, esta noche cenaremos solomillo, esa gente era importante.

ISAAC
(entre indignado y con resignación)
Ahora estoy liadísimo con el reportaje del viejo cazador para el dominical.

JONÁS
Cuantas veces te he dicho que “los salvajes” no venden periódicos. Esos bastardos ya son historia a nadie le interesan por que a nadie le afectan.

ISAAC
¿Qué no nos afectan? Vivimos encerrados entre muros de hormigón por su culpa. Todo el mundo parece olvidar que mataron a mucha gente…”

JONAS
Eso paso hace casi 20 años. Ahora están controlados.

ISAAC
Los que estamos controlados somos nosotros no ellos. Vivimos en una prisión.

JONAS
Sabes perfectamente que yo también soy de la idea de que habría que exterminarlos, pero no te olvides de la O.D.S. esos malditos pro-salvajes tienen mucho poder en el congreso, la gente de allí abajo les vota. Además los expertos dicen que acabarán por desaparecer solos.

ISAAC
Llevamos quince años y esos cabrones siguen ahí fuera.

JONÄS
Te repito que eso ya no le interesa a nadie. Y qué narices, soy tu jefe. Tú a por el solomillo.

Resignado y colérico Isaac coge su larga chaqueta de cuero se cuelga su bolsa en forma de bandolera y cogiendo un papel que le tiende Jonás abandona la redacción.
THE SATELITE & SIR ARTHUR MANN